miércoles, agosto 02, 2006

Navegante del Tiempo / diario de a bordo

Es difícil navegar por el tiempo, pero es más difícil hacerlo a solas. Escuchen y escriban. A veces no hay otra manera. Los peligros a que se enfrenta el navegante que despierta, digamos, en el Renacimiento no son para compartirlos con nadie: la confusión, el miedo y el peligro de no poder regresar son los más notorios, si bien las recompensas son maravillosas. Hoy estaba a la mitad de una función en el teatro "El Globo" (estaban actuando "Much ado about nothing") cuando tuve que regresar de inmediato al escuchar las sonoras quejas de los capitalinos, cortados por un repéntino muro de Berlín que hace que lleguen tarde a la oficina, y les regala un pretexto para pasar menos tiempo en sus aburridos trabajos. ¿Que se comenta en el gabinete sobre cosas como esas? Miluzc Furbazc hizo un comentario que me llamó la atención: "Dénme barricadas, para que el enemigo sienta la fuerza de mi determinación, pero al amigo permitidle el paso, dadle la oportunidad de alimentarme con comida y palabras, para fortalecer mi brazo y el suyo".

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Irgendwo auf der Welt
fängt mein Weg zum Himmel an;
irgendwo, irgendwie, irgendwann.