Creo que mi vida ha dado un giro. Mis inclinaciones tienden a ser otras con la experiencia.
Le contesté, pensando sin querer en la mirada dulce que Su Majestad me regala de cuando en cuando: “por el placer de hacerlo”; y luego agregué:
“Porque el pequeño dolor es parte de ese placer. También por el lujo de tomarme las cosas con calma, sin apresurar los finales de frase; por el refinamiento en la técnica y la emoción de sentir la navaja cerca de un manantial de sangre que no podré detener si cometo un error, lo mismo que el fuego se torna inapagable si te prende en la piel viva o el amor te arruina la vida una vez que te abandonas a él. Por eso pero, sobre todo, porque vale la pena".
Eso pienso en la corte de la Reina.